Al dar inicio a este nuevo año 2015, vayan mis más sinceros deseos de prosperidad y bienestar para todas las personas que sueñan con un mañana mejor para su pueblo.
Quiero, amadísimos hermanos, compartir con ustedes algunas reflexiones del Sumo Pontífice, Papa Francisco, externadas en su mensaje de fin de año.
El Papa argentino Jorge Mario Bergoglio, considera que: “Cuando una ciudad ayuda a los pobres a promoverse en la sociedad, ellos revelan el tesoro de la Iglesia y un tesoro en la sociedad”.
Me pregunto, ¿Cómo puede una ciudad ayudar a los pobres a promoverse? Esto sólo es posible cuando los hombres y mujeres que han sido elegidos por esos pobres, vayan a ocupar esos cargos, desprendidos de todo interés particular y aparten de su quehacer politiquero la práctica inicua del clientelismo político, y entiendan que tienen un encargo social, que debe llevar a una movilidad social, enmarcada en la búsqueda del bien común.
También dice el Santo Padre: “Es necesario un gran acto de libertad cristiana para tener coraje de proclamar que urge defender a los más pobres y no defenderse de los más pobres”.
Creo que el análisis de esta reflexión, no amerita explicación, ya que vemos a diario, como los que han ocupado y actualmente ocupan cargos públicos, con muy raras excepciones, no han ido a esos cargos a defender a los más pobres, sino a defenderse de los más pobres. Los pobres sólo los ven cuando quieren el voto.
Sigue diciendo el Papa Francisco: “Cuando una sociedad ignora a los pobres, los persigue y los criminaliza, los obliga a unirse a la mafia. Esta sociedad se empobrece hasta la miseria”.
En estos días pasados, cuando los politiqueros humillaban a los pobres de este pueblo, poniéndolos a correr de arriba para abajo, detrás de una fundita o cajita navideña, lo hacían con el objetivo de promocionarse y hacerse pasar por buenos. Pero en realidad no son tan caritativos, ¿Por qué no lo donan de su dinero y lo llevan a las casas de las personas necesitadas, sin importar bandería política? Simplemente, juegan con la pobreza de un pueblo que cada día su economía crece; pero las personas se empobrecen más y más.
El documento de los obispos católicos, reunidos en Puebla, México, dice: “Si la economía de los pueblos de América Latina no cambia, cada día tendremos menos ricos; pero más ricos, y muchos más pobres”.
Concluye diciendo el Papa, “debemos hacer un examen de conciencia. La esclavitud nos hace creer que no podemos soñar”.
No puedo finalizar, sin invitar al pueblo barahonero a reflexionar sobre estas frases, y a que juntos soñemos por un Barahona mejor.
Considero que debemos salir de la esclavitud que nos han impuesto como camisa de fuerza, obedeciendo a un color, a unas siglas o a una persona, sin importar que estos nos humillen y nos ultrajen.
Llegó la hora de cambiar para que los más necesitados también tengan derecho a una vida digna.
Tenemos una magnífica oportunidad de poner a Barahona en alto.
Todos, sin importar banderas políticas, vamos a rescatar a Barahona.
Dr. Praede Olivero Síndico.
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