por Victor Santana Al empresario le agrada escuchar palabras como ganancia, rentabilidad, venta e ingreso porque estos términos les aumentan su capital y riqueza; ellos siempre quieren ser ganadores. Cuando les hablan de riesgo, pérdida, fracaso e insolvencia de inmediato abandonan el proyecto porque piensan en pobreza y quiebra; nunca quieren ser perdedores. Esta situación es comparable con la población que al estar contenta y satisfecha con el trabajo de un buen gobierno, no desea escuchar nada relacionado con cambiar hacia un futuro porque le recuerda incertidumbre, penuria e inseguridad por las malas experiencias vividas en tiempos pasados. Significa que el dominicano prefiere apostar y ganar a lo seguro y conocido porque le garantiza bienestar a todo el país. No se quiere retroceder.
La preocupación e intención es cambiar el panorama traumático de los procesos electorales de este país porque representan incertidumbre, confusión, tragedia y trastorno emocional en la población porque ésta se llena de temor y riesgo cuando al depositar su voto en las urnas con buenas intenciones y expectativas luego puede resultar en un interminable dolor de cabeza, triste pesadilla, calamidad y atraso por las tétricas lecciones aprendidas en el pasado y lo que se oye que ocurre en otros países con gobernantes actuando contrario a los intereses de los pueblos.
La situación se torna más dificil y desesperanzadora al momento de observar en el mercado electoral que los anunciados precandidatos o aspirantes muestran insatisfacciones porque no reúnen las exigencias básicas, carecen de propuestas convincentes y acabadas, no son confiables, sin una hoja de servicio a favor del pueblo y sin la debida formación y capacidad visionaria para tener un buen desempeño, incluyendo su marcada indisciplina y actitud conflictiva que muestran en su cotidiana actividad política. Frente a estos escenarios la población se comporta excéptica e indiferente.
El pueblo está convencido que nadie deja camino real por vereda, porque si en el presente se siente que está mejorando la calidad de vida de la población y que el país marcha adelante con la implementación de varios proyectos que buscan favorecer las condiciones materiales en general es preferible redoblar esfuerzo para continuar por la vía segura que cuenta con el apoyo de la mayoría manifestado y aclamado por diferentes sectores de la sociedad. El pueblo está decidido y convencido pidiendo con vehemencia continuar con el modelo actual, quiere darse otra oportunidad para avanzar a una etapa superior de desarrollo y progreso.
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