Es una gran satisfacción cuando alguien que expresa sus opiniones encuentran luego que las mismas coinciden con las afirmaciones de expertos y especialistas por el hecho de que es una forma de validar lo expuesto anteriormente por quien opina.
Esto es claramente el resultado de que quien escribe expresando sus opiniones y pareceres, lo hace basándose tanto en sus experiencias y conocimientos como producto de su continua educación a través de la lectura e investigación por los distintos medios.
No es que se le este dando “coba”, es decir, adulando o auto vanagloriando a quienes nos gusta escribir, no, es porque la gente debe darse cuenta quien y cuando alguien escribe esta hablando la verdad y lo hace para el bienestar general de los que leen y la región , el país o el mundo entero.
En la Fundación Global, un experto en Derecho Administrativo, Decano de la Universidad de Salamanca, en España, recomendó que los ciudadanos deben controlar la Administración Publica gubernamental y la municipal. Dice que es fundamental para evitar los abusos, excesos y arbitrariedades. En pocas palabras léase corrupción. Quien escribe ha estado diciendo y repitiendo que la ciudadanía debe unirse e integrarse en organizaciones para defenderse como comunidad y garantizar que sus reclamos y aspiraciones sean atendidas. Inclusive hace unos años proponía la creación de un “Congreso Local” un espacio organizacional que posibilitara la participación representativa de todos los sectores de la sociedad para deliberar y decidir sobre todos los asuntos comunitarios de la provincia. De manera que se presente y se exprese la voluntad de la ciudadanía legítimamente, sin banderías políticas, ni favoreciendo intereses particulares.
Recientemente un grupo de ciudadanos ha expresado su interés en proponer una modificación a la ley que regula el periodo presidencial con una extensión del mismo a 6 años, sin reelección y al mismo tiempo el establecimiento de la Asamblea Constituyente que permitiría a la ciudadanía destituir en cualquier momento a cualquier oficial electo, incluyendo el Presidente. Esta figura legal, aunque delicada y controversial podría ser adoptada en esta nación. Es posible crearla con las previsiones y reglamentos adecuados para que no sea objeto de relajo ni abuso. Una herramienta de este tipo permitiría y aseguraría un ejercicio mas transparente y democrático de cualquier gestión desde que permitiría la aplicación de las leyes que castigan a los que incurren en irregularidades, robos, trafico de influencias y corrupción.
Esta opción podría ser una salida adecuada a la situación que se presenta en el panorama político del PLD quizás dejaría complacidos a muchos bandos en la palestra partidaria aunque es posible que los interesados en seguir arrancándole la sangre y el sudor de la población pongan el grito en el cielo porque este cambio los pondría directo en la cárcel a ellos o por lo menos los pondría “Out” (fuera) del juego político. De manera que seria mas fácil identificar a los que están en los puestos con intereses mezquinos si se oponen o rechazan a ideas como ésta. Ya todo el mundo sabría cuales son las verdaderas intenciones de esos que se negarían a aceptar un cambio como este.
A continuación cito la pregunta que le hicieron al Dr. Ricardo Rivero Ortega según se publico en el Listin Diario:
“P. ¿Cuál es la mejor forma de tener una Administración Pública sana, respetuosa de los derechos de los ciudadanos y de los actos que ejecuta o materializa el Estado?
R. Pues con cultura, una cultura de respeto de lo público, una cultura de probidad, honradez, de trabajo en una sociedad, una cultura meritocrática, que reconozca la posición, puestos de responsabilidad de personas capacitadas para ello, y que compense el esfuerzo realizado en todos los niveles, con el reconocimiento correspondiente, y que no permita que haya personas que no estén preparadas o que no tengan los valores adecuados para desempeñar determinadas funciones públicas.”
No, no es “Deja-vu”, es que la verdad esta a la vista y simplemente hay que querer verla, tal y como lo hemos expresado anteriormente, a los puestos tienen que ir aquellos con las capacidades y las prendas morales y valores ciudadanos. No podemos seguir aceptando mansamente que nos impongan monigotes, saltimbanquis, teatreros, ni ilusionistas que llegan a los puestos a asaltar el erario publico, a cometer estupideces y a comprometer nuestro patrimonio por centavos y limosnas que reciben como corruptos que son.
La única manera de hacer esto es cumpliendo con nuestro deber ciudadano de interesarnos en la cuestión publica-política, participando en las organizaciones y grupos ciudadanos que están compuestos por gente probadas como serias y verdaderamente interesadas en lograr una mejor vida para todos, expresando cada uno su parecer de cómo deben hacerse las cosas y ser capaz de aceptar cuando otros tienen mejor visión de las cosas que nosotros para poder entendernos y llegar a estar de acuerdo sobre que es lo mejor para todos, no para un grupo en especial.
Dejar Comentario