Con «Oviedo: El esplendor del mural» se cumple el sueño del pintor dominicano de ver recogidos en un libro todos sus murales
por Yaniris López/Listin.com.do
Santo Domingo.= Los 23 murales pintados por el maestro Ramón Oviedo a lo largo de su carrera, hoy distribuidos en organismos internacionales, instituciones locales y colecciones privadas, ya se pueden disfrutar y estudiar en conjunto, en un solo ejemplar.
Un libro del escritor Efraim Castillo los recoge y analiza bajo el título “Oviedo: El esplendor del mural”.
La producción ejecutiva de la obra es del coleccionista Mario Martínez, que cedió parte de su colección para la muestra “Oviedo: El triunfo del espíritu”, expuesta hasta finales de agosto en el Museo de Arte Moderno (MAM).
De esta forma, Martínez cumplió el sueño de Oviedo (Barahona, 1924) de ver recogidos en un libro todos sus murales.

Historia, arte y Oviedo
“Luego de llevarnos por los caminos del nacimiento y desarrollo del muralismo en la historia de la humanidad, Efraim Castillo realiza una merecida apología sobre la obra muralística de Oviedo, ‘desmenuzando’ en forma magistral cada uno de los murales legados por el Maestro, con el conocimiento que ha acumulado sobre ellos durante toda una vida a su lado”, escribe Martínez.
Castillo narra la historia detrás de cada mural: los hechos sociales y las inquietudes que inspiraron a Oviedo para dejar plasmados en muros, paredes y tela mural su reconocido talento y sensibilidad artística.
Hay murales cósmicos, murales picassianos como “Caonabo: primer prisionero político de América” y murales de tendencia social como “El pueblo lucha”, inspirado, resalta Castillo, “en la famosa instantánea del fotorreportero Juan Pérez Terrero del momento en que el obrero dominicano Jacobo Rincón se enfrenta con los puños a un marine norteamericano portando un fusil AR-15, durante los días posteriores a la Revolución de Abril”.
Castillo conoció a Oviedo en 1963 en al atelier de José Cestero cuando el maestro pintaba una valla publicitaria para una empresa. En el libro narra que Cestero se lo definió como un genio sin pulir, como “uno de esos escapados de la cotidianidad a los que la academia no pudo atrapar”.
Según Castillo, Oviedo ha sido empleado muy por debajo de su potencial como muralista.
Oviedo, opina, “no solo rompió el esquema de la pintura mural implantado en las décadas del 40 y 50 por Vela Zanetti, sino que modificó el iniciado por el maestro Jaime Colson en las décadas siguientes”.
La producción ejecutiva de la obra es del coleccionista Mario Martínez, que cedió parte de su colección para la muestra “Oviedo: El triunfo del espíritu”, expuesta hasta finales de agosto en el Museo de Arte Moderno (MAM).
De esta forma, Martínez cumplió el sueño de Oviedo (Barahona, 1924) de ver recogidos en un libro todos sus murales.

Historia, arte y Oviedo
“Luego de llevarnos por los caminos del nacimiento y desarrollo del muralismo en la historia de la humanidad, Efraim Castillo realiza una merecida apología sobre la obra muralística de Oviedo, ‘desmenuzando’ en forma magistral cada uno de los murales legados por el Maestro, con el conocimiento que ha acumulado sobre ellos durante toda una vida a su lado”, escribe Martínez.
Castillo narra la historia detrás de cada mural: los hechos sociales y las inquietudes que inspiraron a Oviedo para dejar plasmados en muros, paredes y tela mural su reconocido talento y sensibilidad artística.

Castillo conoció a Oviedo en 1963 en al atelier de José Cestero cuando el maestro pintaba una valla publicitaria para una empresa. En el libro narra que Cestero se lo definió como un genio sin pulir, como “uno de esos escapados de la cotidianidad a los que la academia no pudo atrapar”.
Según Castillo, Oviedo ha sido empleado muy por debajo de su potencial como muralista.
Oviedo, opina, “no solo rompió el esquema de la pintura mural implantado en las décadas del 40 y 50 por Vela Zanetti, sino que modificó el iniciado por el maestro Jaime Colson en las décadas siguientes”.
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