La historia de la sociedad dominicana está muy relacionada y familiarizada con la producción de azúcar de caña porque a través de muchas décadas la economía ha tenido este renglón como soporte principal. Es el área de manufactura de mayor desarrollo en que la mano de obra ha sido más especializada por la acumulación de experiencia y a la vez contando con los maestros azucareros procedentes de otros países y que han transmitido sus conocimientos a trabajadores dominicanos.
Siempre se ha sostenido que esta empresa tiene la ventaja de que su propia materia prima a procesar está muy cercana a los ingenieros azucareros garantizando bajos costos de transporte. Además que una organización que cuenta con abundancia de recursos humanos especializados, mercado interno asegurado, combustible generado en el proceso y que tiene la materia prima en terreno propio está llamada a ser eficiente y mayor probabilidad de ser rentable bajo criterios técnicos y científicos de administracion responsable y comprometida.
Uno de los planes principales del maestro Juan Bosch en la diversificación de la industria azucarera era ampliar y trabajar con los derivados del azúcar para aumentar el aprovechamiento financiero del costo general de producción, generando varias líneas de producción. Hoy el presidente Danilo Medina identificado y convencido de las ventajas de la producción industrial elabora planes reales y objetivos para el relanzamiento de la fabricación del dulce y alcanzar importantes y grandes beneficios.
Es indetenible este proyecto, una administración moderna desafiada a ser competitiva, lograr nuevas alternativas de mercado, elevar la capacidad técnica de los recurso humanos, optimizar la importancia y valor de nuestra tierra para este cultivo y obtener mayores ganancias económicas para continuar un crecimiento sostenible.
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