BARAHONA.- Realmente que la pobreza, es uno el quizás el peor de los males sociales que existe en el mundo, desde sus inicio, ya que priva a los seres humanos de las necesidades más básica para su desarrollo físico-social.
Es lamentable ver como en la república dominicana, los juegos de azares, especialmente las loterías, tanto la lotería nacional como las loterías privadas se han reproducido y se han diseminado por toda la geografía nacional como la verdolaga, sin ningún tipo de control de las autoridades, que es la que tiene el control y vigilancia de estos negocios.
Recientemente, un trabajo realizado por el prestigioso periódico el día, de fecha 11 del mes y año en curso, donde revela que los dominicanos juegan unos 300 millones de pesos, es alarmante y penoso, ya que las mayorías de las personas que juegan estos sorteos, son personas de escasos recursos, que cifran sus esperanzas en sacarse el loto o un buen palé, lo que da motivo a que se fomente la vagancia y el vicio a estos juegos.
Yo creo que las autoridades deben controlar la proliferación de estas bancas, ya que actualmente, la cantidad que existen en la república dominicana es alarmante, es como para decir que este país está lleno de gente vaga que no le interesa trabajar, si no ganarlo de la manera más fácil.
Un país lleno de necesidades, que no puede ofrecer soluciones a lo problemas básicos de la población, como lo son: la salud, educación, alimentación, vivienda, empleo, por citar los más elementales, no puede darse el lujo de que sus habitantes, especialmente los más pobres, se conviertan en inválidos mentales, que no tienen intención de incorporarse al trabajo productivo.
Los juegos, como las drogas y otras sustancias, tienen componentes adictivos, y no podemos darnos el lujo que nuestras mujeres y nuestros hombres, especialmente a los jóvenes, caigan en la fantasía y la trampa de los juegos.
Las autoridades están en el deber de corregir es mal que cada vez empobrece los bolsillos y las mentes de quienes caen en esa trampa, ha sido una irresponsabilidad de los diferentes gobiernos, que nunca le han puestos atención a las consecuencias negativas que tiene la proliferación de juegos de azar.
En un país pobre, lleno de múltiples males sociales, donde existen más bancas de loterías que escuelas, jamás podremos salir del atraso y la miseria, tanto material como emocional.
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