La sociedad tiene el derecho de realizar sus actividades cotidianas en ambiente de paz y tranquilidad, inversionistas disfrutar de plena garantía personal en sus operaciones habituales y que todas las personas se desenvuelvan en las diferentes áreas trabajando para que el país logre sus metas fundamentales de crecimiento y desarrollo económico.
El presidente Danilo Medina ha hecho la firme promesa y ha establecido como prioridad llevar casi a cero las acciones delincuenciales que afectan el alcance y los buenos propósitos de la población. En esa línea de decisión ha contado con la confianza y respaldo de los sectores sanos de la sociedad, porque se aprecia que el gobierno camina en la indeclinable voluntad de alcanzar la meta.
Se toman medidas serias en la configuración y comportamiento de las instituciones llamadas a mantener el orden público y sosiego de la población bajo el marco del respeto a las leyes y derechos humanos. El hecho más relevante es la instalación del Sistema de Seguridad 9-1-1, un esfuerzo de elevado costo, implicando la participación de diversos organismos e instituciones que en combinación de energías brindarán seguridad y garantizarán la integridad de la vida del ciudadano.
Se adiciona la sustancial y voluminosa inversión financiera que se realiza ofreciendo a toda la población educación de calidad en los numerosos centros de enseñanza, orientando a la juventud a buscar la superación personal a través de la capacitación y entrenamiento en labores productivas de las ciencias.
La sociedad ha entendido y percibe en los hechos prácticos que hay rectitud y transparencia del gobierno en la correcta administración del patrimonio público o recursos del Estado y que los proyectos que se implementan se dirigen a la distribución balanceada en favor de los diferentes sectores sociales. Se siente un clima real de justicia general y derechos y que cada sector siente un tratamiento de igualdad.
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