«Como han pasado los años, que mundo tan diferente…» Asi entona una de esas canciones que nos hacen reflexionar, que nos hacen sentir «Tan Joven y tan viejo…» en este trayecto por la vida que nos llena de regocijo y la satisfacción del deber cumplido ante mi Esposa, mis hijos, mis hermanos, mi familia y mis amigos de siempre. He llegado al umbral de iniciar una nueva etapa, una en la que todo cuenta por pequeño que sea y les puedo decir que estoy preparado y consciente.
Encontre un interesante escrito sobre la edad que he modificado a mi estilo y que les ofresco a continuacion:
Dicen algunos, que a cierta edad, después de los cuarenta, nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.
A mi edad, seguramente hace rato me hice invisible para el mundo.
Pero nunca como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.
Hoy reconozco ser un hombre capaz de amar con la sinceridad del corazón. Sé que puedo dar sin esperar nada, pero también se que no tengo que hacer nada, ni dar nada, que no me haga sentir bien. He descubierto al ser humano que sencillamente soy, con mis aciertos y mis errores.
Cuando pienso en mi, no pienso en lo que fui en el pasado,… sonrío a la que soy hoy, me alegro del camino andado, y agradezco a Dios el habérmelo permitido.
Se que tengo una gran familia, que me quiere, me respeta y es el apoyo de los momentos difíciles y que celebra conmigo los momentos de alegría. Ellos me ofrecen sus hombros para apoyar mi cansancio o para desahogar mis alegrías y también mis derrotas.
¡Que bien! Me siento hoy y cuanta alegría experimento cuando contemplo a mis hijos viéndolos como se han hecho grandes. Hoy puedo mirarlos con los ojos del alma, entrar en sus corazones y compartir con ellos el encanto de su juventud. Hoy puedo decirles que los amo más y mejor, con esta serenidad que traen los años. Por eso Hijos: Estas manos que hoy ven, ya curtidas y arrugadas, siguen siendo Fuertes para estrecharlos en un abrazo de padre, fuertes para apoyarlos y firmes para señalarles el derrotero, cuando sus decisiones sean equivocadas.
Ser abuelo, es una razón para alargar la vida, es repasar caricias ya lejanas, es encontrar un nuevo sentido a la existencia,
Hoy, solo quiero agradecerle a la vida y con voz fuerte, gritar que la vida es hermosa y la he visto partir muchas veces en los seres queridos que se han ido
¡Qué bien es no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras las metas, en pos de alcanzar un sueño.
Cumplir 60 años es un privilegio…Por eso a toda mi familia, mis amigos, compañeros de luchas y labores, que hoy celebran conmigo y comparten conmigo:
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