El informe de la Cámara de Cuentas (CC) del año 2012 sobre Ejecución Presupuestaria y Rendición de Cuentas Generales del Estado, presentado recientemente a la Cámara de Diputados, tiene como paralelo el Producto Interno Bruto (PIB) para establecer porcentajes de gasto público. Es una manera de “darle forma” al informe contable de una gestión buscándole sentido al procedimiento. Se trata de una cuestión de forma y no de fondo ya que el PIB nada tiene que ver con el gasto público, excepto aquel que se identifica con la productividad. Partiendo de esta premisa el PIB solo mide el bienestar material de la sociedad. A continuación la relación «PIB-Gasto Público» de la CC, que nada tiene que ver con la productividad hasta que se demuestre lo contrario.
(a) Déficit fiscal de RD$70,030 MM, un 2.77% del PIB.
(b) La deuda pública del SPNF mostró un incremento de un 5.9% en relación al PIB.
(c) La deuda pública para el resto del SPNF ascendió a RD$4,253 MM (US$102.3 MM), equivalente al 0.2% del PIB.
(d) Gasto social sobre los RD$5,000 MM por encima del presupuesto original en ese renglón, equivalente a un 9.4% del PIB.
(e) Los ingresos tributarios representan un 95.7% de los ingresos y un 14.6 del PIB.
Viendo así las cosas sostengo que el Estado tiene que calcular su propio PIB porque el Estado es un sector de la economía como otro cualquiera. Se trata de un PIB Estatal que nunca ha sido calculado. Hay dos variables que intervienen en su cálculo: 1) Empresas Públicas de Bienes y Servicios, y 2) Capítulo Construcciones (y/o obras de infraestructura) del Presupuesto General del Estado (PGE). «Construcciones» no es lo mismo que los RD$18.0 millones que costó el «Pabellón de Educación» de la Feria del Libro. Recordemos que a Trujillo le salió cuesta arriba la «Feria de la Paz y confraternidad del Mundo Libre» en 1955 (US$25.0 MM y/o RD$1,075 MM., hoy día), con la diferencia que «La Feria de la Paz” alberga oficinas públicas con altura institucional y función productiva de acuerdo a la época.
Vimos que las dos variables del PIB Estatal son las Empresas Públicas de Bienes y Servicios y el capítulo Construcciones del PGE. Hay otra variable fuera del PIB Estatal: 3) Empresas de Bienes y Servicios del Sector Privado. Por lo tanto las variables del sector público y privado son las patas que el PIB utiliza para caminar y definen el “PIB 2.0” o PIB Nacional, el que además de medir el bienestar material de la sociedad mide el bienestar social a consecuencia del aumento del empleo y disminución de la pobreza extrema. Esto es posible siempre y cuando se considere el Estado como un sector de la economía como otro cualquiera. Lo que pone a funcionar el PIB 2.0 es el “factor determinante” que en nuestro caso es el “Pacto por la Productividad” entre los sectores público y privado.
El Estado como sector de la economía como otro cualquiera recibe ingresos de parte de Empresas Públicas de Bienes y Servicios y por disposiciones tributarias (ITBIS, Impuesto Selectivo al Consumo, Impuesto Sobre la Renta, Impuesto al Comercio Exterior, Impuestos al Patrimonio, etc.); también Impuestos sobre los Ingresos, en fin impuestos directos e indirectos. Al parecer, el Estado dominicano obvia los «ingresos» de aquellas ganancias que generan las Empresas Públicas de Bienes y Servicios, entre las cuales se encuentran las que provienen del Patrimonio Empresarial de la Era de Trujillo, como el Banco de Reservas, Banco Agrícola, etc., para solo mencionar algunas, sin mencionar aquellas empresas públicas que pudieron haberse creado a partir de la muerte del Perínclito de San Cristóbal. Sabe el lector cuáles son esas nuevas empresas? Hay que clasificar todo lo anterior para tener una idea del PIB Estatal.
El PGE de 2014 alcanzó la suma de RD$613,139 millones tomando en cuenta impuestos directos e indirectos. Si hay otros ingresos que nutren el PGE, además de los antes señalados, es bueno saber. Dentro del monto del PGE hay que ver aquellas partidas que tienen relación con la productividad a la hora de hablar sobre el PIB, mejor aún dentro del “Pacto por la Productividad” entre los sectores público y privado, tal y como indico en el artículo «PIB 2.0 (Pacto por la Productividad)». Partiendo de este criterio lo único que identifica al PGE con la productividad es la variable “Construcciones”, que junto con las Empresas de Bienes y Servicios del Sector Público determina el PIB Estatal. Se deduce que las restantes partidas del PGE no tienen relación alguna con el PIB, como por ejemplo aquellas que señala el informe de la CC.
Esas partidas que indica la CC son gastos públicos que se nutren de impuestos directos e indirectos, única y exclusivamente, y que se desprende del PGE como recipiente de esos impuestos. Vale la pena aclarar que el gasto público social de República Dominicana se aplica a los sectores salud, educación, seguridad social, asistencia social, al igual que todo aquello que se derive del clientelismo político y populismo, como los fondos que la ley electoral otorga a los partidos políticos, por un lado; los de instituciones sin fines de lucro, ONGs e instituciones/organismos del Estado que la CC tiene que fiscalizar pero no lo hace. Son solo algunos ejemplos de “gasto público no productivo”.
Un estudio reciente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), «Impacto del Sector Informal de la Economía», revela que el sector informal dominicano creció 41.5% entre 2000 y 2012, más del doble del logrado por el sector formal, que en el mismo período registró un crecimiento de 19.8%. Destaca que el empleo del sector público creció un 98.6% entre 2010 y 2012 mientras que el sector privado apenas creció un 4.1%, en un período en que la Población Económicamente Activa (PEA) aumentó un 32.5%.
El estudio señala que entre 2000 y 2012, los empleados activos del sector público pasaron de 271,000 a 506,000 (crecimiento de 86.5%), y que el sector informal alcanzó los 2.3 millones de empleos mientras que el formal llegó a 1.7 millones. Este es un ejercicio estadístico muy bonito, de mucho valor, pero no resuelve nada. Será que el Conep todavía no se ha dado cuenta que el sector público no está conectado con la productividad que define el PIB, sino con el gasto que se deriva de ingresos por concepto de impuestos directos e indirectos según el PGE, exceptuando Construcciones y/o obras de infraestructura?
Debido a la ambivalencia interpretativa sobre aspectos fundamentales de la economía, el sector público riposta con la Encuesta Nacional de la Fuerza de Trabajo, revelando que el 57.1% del empleo en 2012 son informales mientras que el 43% son formales, destacando que el mercado laboral informal «ha sido de vital importancia para la creación de empleos y el sostenimiento de la actividad económica en el país». Pero como el PIB Estatal nunca se ha calculado no es verdad absoluta identificar el «mercado laboral informal» dentro de un PIB Estatal desconectado de la productividad, mucho menos dentro de un PIB que influya en el aumento del empleo y disminución de la pobreza extrema, como es el PIB 2.0 y el Pacto por la Productividad.
El PIB nada tiene que ver con la informalidad de la economía ni mucho menos con el empleo informal que se desprende del gasto público. El «PIB 2.0 (Pacto por la Productividad)» busca la formalidad del Estado dentro de la informalidad de la economía, de lo contrario el Estado corre el riesgo de convertirse en factor desestabilizador del orden económico y social en la República Dominicana. Por eso resulta cuestionable en la actualidad tomar el PIB como referencia cuando se habla de déficit fiscal, deuda pública, gasto social y todo tipo de gasto que nada tiene que ver con el gasto inherente a la productividad, aquella productividad directa que generan las empresas públicas y privadas de bienes y servicios y la productividad indirecta que genera el capítulo Construcciones del PGE, que es lo que define el PIB, visto como PIB 2.0
Vimos pues un PIB Estatal sujeto a cálculo y un PIB Nacional que con ansias espera por un PIB Estatal que defina el PIB 2.0 para poder interpretar el desenvolvimiento de la economía a final de año. Esto aplica para cualquier economía que introduzca sus propis variables y un factor determinante. La economista británica Diane Coyle, en su reciente libro “GDP: A brief but affectionable history”, no habla de sustituir el GDP (PIB) como medida de la actividad económica, a pesar de su vulnerabilidad y críticas, ni tampoco lo plantea como medida de bienestar social. Esto así porque ella u otros tratadistas parece no consideran al Estado como sector de la economía como otro cualquiera, a diferencia del PIB 2.0.- Ese PIB 2.0 lo sostengo hasta que alguien lo sustituya con otra mejor teoría.
Al Conep y los demás sectores productivos de la nación: si ustedes no quieren proponer un pacto por la productividad entonces sigan interpretando cifras estadísticas que no hacen ningún bien a la nación. Los sectores productivos de la economía tienen todo el derecho de proponer un pacto por la productividad porque, después de todo, de dónde provienen los «ingresos directos e indirectos» que recibe el Estado? Parece que el PIB de comienzos del Siglo XX retrocedió al PIB del Siglo XVII que introdujo Inglaterra para justificar el cobro de impuestos que financiarían la güera contra Holanda. Parece que a más de 500 años del descubrimiento de América en República Dominicana todavía se intercambia oro por espejitos; peor aún: intercambio o trueque entre nosotros mismos a falta de un PIB Estatal como trayecto de Colonialismo Estatal bajo la forma de Estado Político, el que comentaremos en otra entrega.
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