No hay tutía.
Es tutía y no tu tía como se cree comúnmente. Tutía nos llega del árabe hispánico attutiyya, y este del árabe clásico tutiya, y este a su vez del sánscrito tuttha. No tiene nada que ver con la buena mujer que es hermana del padre o la madre. Tutiya es simplemente sulfato de cobre, sustancia que se utilizaba antiguamente como remedio para los ojos. En tiempos de Cervantes, se empleaba el término como sinónimo de remedio o medicina; de ahí que no hay tutía equivale a decir no hay remedio, no hay solución, no hay esperanza.
Dejar Comentario